Flow en la práctica musicaldesde la escuela primaria hasta el conservatorio

  1. VALENZUELA GARCIA, RAFAEL
Dirigida por:
  1. Núria Codina Mata Directora

Universidad de defensa: Universitat de Barcelona

Fecha de defensa: 26 de enero de 2016

Tribunal:
  1. Josefa Navarro Cid Presidente/a
  2. Isabel Castillo Fernández Secretario/a
  3. Manuel Cuenca Cabeza Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 458905 DIALNET

Resumen

Todas las personas tienen derecho a la participación cultural y a la práctica musical. Esto ha llevado a que se intente garantizar el acceso al ejercicio de este derecho de varias maneras, entre las cuales destaca la inclusión de la educación musical en la escuela primaria. No obstante, todo músico, incluso uno aficionado, sabe que adquirir la capacidad de hacer música, supone, no solamente tener clase en la escuela, sino, fundamentalmente, invertir una cantidad considerable de tiempo y un tipo especial de esfuerzo para incorporar los conocimientos y las habilidades indispensables. Por esta razón, la práctica musical no permite un avance sin perseverancia. En este sentido, para el aprendizaje musical, parece fundamental tomar en consideración la experiencia de flow, ya que esta resulta indispensable para la perseverancia, en la medida en que sin flow sobrevienen aburrimiento o frustración, promoviendo la deserción. Esto hace del flow una pieza clave en la formación de hábitos de práctica musical. Por ello, con la intención de estudiar el desarrollo y la consolidación de este tipo de hábitos de participación cultural, la presente investigación se enfocó en la experiencia de flow en la práctica musical en dos momentos fundamentales de los itinerarios de aprendizaje y práctica musicales. Primero, en un momento inicial, en la escuela primaria y, posteriormente, en un momento avanzado, en el conservatorio de música. Dado que el flow se apoya, a la vez, en motivaciones y en habilidades, diversos aspectos de la persona y de la actividad que realiza pueden condicionar la obtención del flow. En este sentido, se ha argumentado que los miembros más jóvenes de una familia con altos niveles de capital cultural, específico a un campo de práctica como la música, incorporarán de manera más rápida y fácil conocimientos y habilidades relevantes a dicho campo, promoviendo su participación en el mismo. Esta noción es central para estudiar el flow en la práctica musical en la escuela primaria, en la medida en que niñas y niños nacidos en familias con altos niveles de capital cultural musical tienen la oportunidad de incorporar a una temprana edad (incluso antes de asistir a la escuela) motivaciones y habilidades que facilitan el flow en la práctica musical escolar primaria. Por otra parte, no solo aspectos de la persona y su socialización pueden ser promotoras del flow, sino que también pueden serlo las propias actividades y el entorno, cuando despiertan la motivación autodeterminada y satisfacen las necesidades psicológicas básicas, como la de autonomía y la de competencia. Estas variables, por su parte, tienen una gran importancia para estudiar el flow en la práctica de instrumento en el conservatorio, dado que sus relaciones son esenciales para comprender las dinámicas psicológicas que conducen a las decisiones de perseverar en el aprendizaje musical y a la consolidación de hábitos de práctica musical en la infancia, sin los cuales sería improbable alcanzar los estudios superiores en el conservatorio de música. En línea con estos antecedentes, la presente investigación la integraron tres estudios. Los dos primeros profundizaron en el rol del capital cultural musical familiar para el flow en la práctica musical en la escuela primaria. Y el tercero se enfocó en la motivación autodeterminada y la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas de autonomía y competencia para el logro del flow en la práctica de instrumento en el conservatorio. Método El primer estudio se basó en un conjunto de datos obtenidos a partir de un cuestionario al que respondieron (N = 186) estudiantes de primaria. Estos estudiantes participaron con sus escuelas en un programa de educación musical diseñado para favorecer el desarrollo de hábitos de práctica musical desde la infancia. Se compararon los niveles de flow en las actividades de la clase de música entre estudiantes provenientes, respectivamente, de familias de altos y bajos niveles de capital cultural musical, definido como práctica musical. El segundo estudio se basó en un conjunto de datos obtenidos a partir de un cuestionario al que respondieron los mismos (N = 186) estudiantes de primaria. Se compararon los porcentajes de práctica musical en el tiempo libre entre estudiantes provenientes, respectivamente, de familias de altos y bajos niveles de capital cultural musical. Posteriormente, se analizaron las asociaciones del capital cultural musical familiar con el flow en la práctica musical escolar y con la práctica musical en el tiempo libre. Finalmente, se describieron las asociaciones de ciertos aspectos críticos para el logro del flow, como motivación intrínseca y absorción (concentración profunda y exclusiva en la tarea), respectivamente, con las actitudes y las disposiciones positivas hacia la música y con las percepciones de control, retroalimentación y balance habilidad-tarea en la práctica musical escolar, controlando el efecto del capital cultural musical familiar, mediante correlaciones parciales. En el conservatorio superior de música, el tercer estudio se basó en un conjunto de datos obtenidos a partir de la aplicación de cuestionarios a (N = 162) estudiantes de conservatorio que realizaban práctica de instrumento obligatoria (incluyendo estudiantes que se formaban para ser directores, compositores, pedagogos musicales y otros). Se evaluó el poder predictivo de la motivación autodeterminada y de la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas de autonomía y competencia sobre el flow en la práctica de instrumento. Posteriormente, el análisis se replicó específicamente entre (n = 109) estudiantes quienes se formaban como instrumentistas. Resultados El primer estudio mostró que estudiantes provenientes de familias en las cuales existió previamente práctica musical (condición interpretada como alto capital cultural musical familiar) experimentaron niveles más elevados de flow en la práctica musical escolar primaria, que sus pares de familias de baja o nula práctica musical. Estos resultados se desprendieron de que, durante las actividades de música, los primeros manifestaron en mayor medida disfrutar de la actividad en sí misma, estar en sintonía con la práctica a tal punto de olvidarse de todo lo demás alrededor, sentir el tiempo transcurrir de un modo diferente al normal, percibir un equilibrio entre el nivel de demanda de la actividad y el nivel de su propia habilidad, tener una idea clara de las metas a lograr y experimentar una sensación de control. El segundo estudio extendió el análisis de los resultados obtenidos y valorados en el primer estudio y encontró que la práctica musical en el tiempo libre fue mayor en estudiantes provenientes de familias en las que previamente existió práctica musical. Además la práctica musical en el tiempo libre estuvo asociada de manera más fuerte al capital cultural musical familiar que al propio flow en las actividades de música escolares. El contexto familiar también mostró asociaciones positivas con dos aspectos críticos para el logro del flow en la práctica musical, e incluso con condiciones que, según la teoría, los promueven. El primero de estos aspectos fue la motivación intrínseca, asociada con actitudes y disposiciones positivas hacia la música, vinculadas al contexto familiar en la temprana infancia. Y el segundo aspecto fue la absorción, o alto nivel de concentración exclusiva en la tarea, asociado a las percepciones de control, retroalimentación y balance habilidad-tarea, vinculadas a las experiencias tempranas de participación musical en la familia. En el conservatorio de música, el tercer estudio mostró que el flow en la práctica de instrumento no se asoció con las variables del contexto familiar involucradas en la socialización temprana. En este estudio fueron motivación autodeterminada, autonomía y competencia las variables que, conjuntamente, pudieron predecir una parte considerable de las variaciones del flow en la práctica de instrumento. La competencia fue el correlato más robusto, mientras que la autonomía y la motivación autodeterminada mostraron asociaciones moderadas con el flow. Además, específicamente entre (n = 109) estudiantes de instrumento, se observó un efecto de mediación de la variable de competencia sobre la relación entre flow y motivación autodeterminada. En otras palabras, esta asociación entre motivación y flow no fue significativa al controlarse el efecto de la competencia. De este modo, se pudo constatar que la competencia fue una variable crítica para el logro del flow en la práctica de instrumento en el conservatorio. Discusión Los resultados de los tres estudios en su conjunto permiten comprender aspectos fundamentales de las dinámicas psicológicas y sociales que permiten y favorecen la formación, el desarrollo y la consolidación de hábitos de práctica musical. En la niñez, el aprendizaje musical se ve favorecido notablemente por la existencia previa de práctica musical en el contexto familiar. Tener familiares que hacen música otorga la oportunidad de tener experiencias tempranas de participación musical y estas favorecen el desarrollo de actitudes y disposiciones positivas hacia la música, sobre cuya base se construye la motivación intrínseca en la práctica musical. Además de su importancia para la motivación intrínseca, estas experiencias tempranas también propician el desarrollo de habilidades que permiten a los niños y a las niñas percibir altos niveles de balance habilidad-tarea, control, retroalimentación, concentración y absorción en las actividades musicales y, como resultado, poder sentirse competentes en ellas, favoreciendo su disfrute y perseverancia en el aprendizaje musical. De estos dos modos, apoyando los procesos que conducen al logro de la motivación intrínseca y aquellos que conducen a la absorción en la práctica musical, el capital cultural musical, presente en el contexto familiar, establece condiciones que resultan fundamentales para el logro del flow en la práctica musical en la infancia. Es así que estudiantes de primaria, provenientes de familias de alta práctica musical, gozan de mayores probabilidades de experimentar flow en las actividades de música en la escuela, de querer continuar practicando música en su tiempo libre y de consolidar hábitos de participación cultural musical similares a aquellos previamente existentes en sus familias. Posteriormente, en un momento avanzando de los itinerarios de aprendizaje musical, en la práctica de instrumento en el conservatorio, el flow se asocia con la motivación autodeterminada, la autonomía y, especialmente, con la competencia percibida. La variable de competencia tiene un rol preeminente en el logro del flow en estudiantes de conservatorio e incluso ejerce un efecto de mediación sobre la relación entre motivación autodeterminada y flow, asociación que no es significativa cuando se controla el efecto de la competencia. Esto demuestra que la competencia es una condición indispensable para el sostenimiento de la motivación y del flow en la práctica musical a largo plazo. A diferencia de lo hallado en los dos primeros estudios, en el tercer estudio, el contexto familiar no estuvo asociado con las variables de investigación. No se encontró asociación entre el capital cultural musical familiar y el nivel de flow en la práctica de instrumento, ni con los niveles de motivación autodeterminada, autonomía o competencia de los estudiantes. Esto indica que estudiantes de conservatorio provenientes de familias de baja práctica musical (condición de bajo capital cultural musical), quienes en su niñez tuvieron menores y más tardías oportunidades de desarrollar motivaciones y habilidades para la práctica musical, pudieron desarrollar estos aspectos hasta niveles equivalentes a los de sus compañeros de estudio de familias con músicos. Estos hallazgos resaltan el hecho de que sí es posible la movilidad cultural, o incorporación de hábitos de práctica cultural previamente inexistentes en un contexto familiar. No obstante, sí se observó que una mayoría de los estudiantes (56%) provino de familias en las que existió previamente práctica musical. Y, específicamente, entre estudiantes que se formaban exclusivamente como instrumentistas este porcentaje fue aun mayor (59%). Estos datos indican que al conservatorio suelen asistir estudiantes con niveles considerables de capital cultural musical familiar, quienes demuestran así una tendencia a reproducir hábitos de práctica cultural existentes de antemano en sus familias. Conclusiones El contexto familiar parece jugar un rol importante para la experiencia de aprendizaje musical en la infancia. En el contexto de la presente investigación, ello fue aparente en las actividades de música en la escuela primaria, en las cuales el flow fue más elevado entre niños y niñas con familiares que practican música, que entre sus pares de familias de baja práctica musical. Asimismo la práctica musical en el tiempo libre fue mayor entre los primeros. Esto sugiere que sus niveles más elevados de flow en la práctica musical promueven en ellos la reproducción cultural, o en otras palabras, la reproducción de los mismos patrones de participación cultural musical previamente existentes en sus familias. En definitiva, los resultados obtenidos aportan fundamentos empíricos para reconocer que el capital cultural musical presente en el contexto de una familia tiene una notable importancia para los inicios de los itinerarios de aprendizaje y práctica musicales, dado que puede condicionar actitudes, disposiciones y motivaciones que resultan claves para promover la motivación intrínseca y el flow en la práctica musical desde la infancia. No obstante, en el conservatorio, a pesar de que la mayoría de estudiantes provino de familias de alto capital cultural musical, también fue posible encontrar estudiantes provenientes de familias de bajos niveles de práctica musical, quienes se encontraban transitando itinerarios de movilidad cultural, cuyos niveles en las variables de estudio (motivación autodeterminada, autonomía, competencia y flow) fueron equivalentes a los de sus pares provenientes de familias de alta práctica musical. Estos hallazgos muestran que, bajo determinadas circunstancias, la movilidad cultural es posible. La investigación presente evidenció que la movilidad cultural en el campo de la práctica musical es una realidad que ocurre con frecuencia, dado que un porcentaje notable de estudiantes de conservatorio provino de familias de baja práctica musical. De este modo, con base en los presentes datos científicos, se abren nuevas interrogantes acerca de los modos óptimos en que la práctica musical puede promoverse, especialmente entre los miembros más jóvenes de familias de bajo capital cultural musical. En este sentido, destaca como importante que los padres, quienes desean promover la participación cultural de sus hijos e hijas, se involucren activamente en la educación cultural de los mismos, ofreciéndoles la posibilidad de identificarse con ellos en este tipo de prácticas. Esto constituye un contexto familiar promotor de la participación cultural que facilita el desarrollo de la motivación intrínseca, necesaria para el flow y para la perseverancia en la práctica musical. Al mismo tiempo, profesores de música, programas de educación musical y tomadores de decisión en materia de políticas públicas de participación cultural musical, requieren tener en cuenta que una condición importante para que niños, niñas y jóvenes se mantengan motivados e involucrados en la práctica musical es que experimenten competencia percibida y flow en la práctica musical. Por esta razón, para optimizar el potencial inclusivo de la educación musical y su eficacia para promover hábitos de práctica musical, reconociendo los diferentes niveles de habilidad y experiencia previa existentes, se hace necesario diseñar los programas de educación musical de tal manera que permitan adaptar las tareas educativas a distintos niveles de dificultad y complejidad y proveer a estudiantes con diferentes niveles de avance en la práctica, tareas con diferentes niveles de demanda. De esta manera se promoverá un balance sostenido entre habilidad y dificultad de la tarea, que evite tanto el aburrimiento como la frustración, facilitando la perseverancia y el disfrute. Para ello, los profesores de música requieren, entre otras cosas, conocer el nivel de avance de cada uno de sus estudiantes en la práctica musical para poder ofrecerles alternativas personalizadas que promuevan su flow en el aprendizaje musical.