El campo cinematográfico español entre 1974 y 1984instituciones, agentes y teorías

  1. Vega Jaimerena, María Josefina
Dirigida por:
  1. Víctor Escudero Prieto Director/a
  2. Annalisa Mirizio Codirector/a

Universidad de defensa: Universitat de Barcelona

Fecha de defensa: 14 de abril de 2021

Tribunal:
  1. Joan Andreu Rocha Scarpetta Presidente
  2. Max Hidalgo Nácher Secretario/a
  3. Irene Achón Lezaun Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 705575 DIALNET

Resumen

A partir de la teoría de los campos artísticos de Pierre Bourdieu, nos propusimos pensar el caso de la autonomización del campo cinematográfico español. Para ello analizamos su estado heterónomo, caracterizado por una censura política y económica, por el control de los profesionales del cine a través de un sindicato único, por la vigilancia del repertorio mediante premios, calificaciones e incentivos y por la asimilación de la disidencia discursiva desde la potenciación de los cines deseados, como en el caso del Nuevo Cine español. También observamos de qué modo la creación de un público más formado cinematográficamente propició la salida del estado heterónomo desde el fortalecimiento de las instituciones (cineclubes, festivales, filmotecas, centros culturales, programas de televisión, cine independiente) y cómo la gestación de una crítica local cuyo horizonte era la legitimación del cine se imbuyó de modelos académicos para lograr la cientificidad del acercamiento al objeto del campo, lo que contribuyó a su emancipación a la vez que garantizó la solidez de los estudios de cine. Este sector teórico-crítico apeló a una teorización local gracias a los ejemplos fílmicos que en ese mismo periodo aportaron una reflexión acerca del lenguaje con el fin de subrayar su oposición ideológica y formal a un Modo de Representación Institucional. A través del forzamiento de los límites de la representación por medio de la experimentación con el montaje, el fuera de campo, la luz y otros elementos propios de la materia cinematográfica, ratificaron que el cine es un modo de pensamiento. Todo ello contribuyó a conseguir la autonomía relativa del campo español, otorgándole su configuración actual, caracterizada por ser un sistema con al menos tres subsistemas (el gallego, el catalán y el vasco) con instituciones propias.